Es muy fácil tomar decisiones en la vida basadas en cómo nos sentimos en el momento y cedemos a nuestro deseos. Pero para alcanzar la plenitud de nuestro destino, es necesario que pasemos ciertas pruebas y aprendamos a huir de la tentación, así como las decisiones que podríamos llegar a lamentar a largo plazo o que podrían comprometer nuestro carácter.
Primera Corintios 10:13b dice: “Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de que puedan resistir.” La tentación siempre existirá—y no se trata solo de la tentación a comprometerse, sino la tentación a desanimarse, rendirse, el deseo de conseguir justicia. Pero, con la ayuda de Dios, ¡podrá correr en la dirección opuesta! Permita que este mensaje le inspire a vivir su vida con propósito, en victoria con un enfoque absoluto, y libre de la destrucción que llega cuando cede a la tentación.